CIENTÍFICOS ARROJAN LUZ SOBRE LOS EFECTOS DEL ARRASTRE DE FONDO.
El científico Ray Hilborn, miembro del Comité Asesor Científico Técnico de ARVI (CACT-ARVI) y otros 15 investigadores de diferentes centros a nivel mundial, liderados por Jan Geert Hiddink de la Universidad de Bangor en Reino Unido, han publicado el pasado junio un artículo titulado “GLOBAL ANALISIS OF DEPLETION AND RECOVERY OF SEABED BIOTA AFTER BOTTOM TRAWLING DISTRUBANCE”, en la prestigiosa revista PNAs (Proceedings of the National Academy of Sciencies of the United States of America).
El artículo tiene como objetivo describir el trabajo realizado por este grupo internacional de renombrados investigadores para la recopilación de datos y realización de estudios sobre impactos de los artes de arrastre en las comunidades del fondo marino (organismos que viven en el sustrato, sobre o íntimamente ligados al mismo), ya que son de los artes de pesca más utilizados a nivel mundial y que más afectan a los hábitats con los que interactúan.
Se incluyen en este trabajo diferentes artes de arrastre fondo: las redes de arrastre con puertas, redes de arrastre de vara, dragas remolcadas y dragas hidráulicas. Todos estos artes tienen en común su contacto con el fondo y su interacción con él, pero la forma en la que trabaja cada uno de ellos diferencia el impacto que puedan ejercer sobre el ecosistema.
Así, se encontró que el arrastre de fondo con puertas (el que utiliza la flota asociada a ARVI y el más común a nivel mundial) causa el menor daño, eliminando un 6% de la biota durante su paso y penetrando en el sustrato en promedio 2,4 cm. Son las dragas hidráulicas las que causan el mayor deterioro, eliminando el 41% de la biota y penetrando en el lecho marino en promedio 16,1 cm.
El artículo hace hincapié en que no todos los arrastres son igualmente perjudiciales para medio marino, por lo que no se puede hablar de artes de arrastre en general para hacer aseveraciones sobre sus efectos sobre los ecosistemas.
Así, dependiendo del tipo de arte de pesca, profundidad de penetración y variables ambientales como la profundidad del agua y la composición de los sedimentos, se requirió de 1,9 a 6,4 años para que la biota de los fondos marinos se recuperara.
Según declaraciones de Ray Hilborn, este estudio debería servir de base en las políticas y estrategias de gestión pesqueras sostenibles porque evalúa el equilibrio entre la producción de pescado para alimento y el coste ambiental de diferentes técnicas de captura.
Además, el artículo deja claro que aquellos hábitats en los cuales la frecuencia de arrastre es baja, mostrarán una recuperación capaz de igualar un estado ecosistémico similar al de las zonas que no hayan sido objeto de esta actividad.
El objetivo final del trabajo será publicar un conjunto de “mejores prácticas” de la industria pesquera según el tipo de arte y la frecuencia de arrastre.
El Instituto Español de Oceanografía ya ha realizado numerosos estudios de mejora de selectividad y disminución de interacción con el lecho marino de las artes de arrastre de fondo, en particular con redes de arrastre con puertas. En este punto se encuentran en este momento investigadores del IEO pertenecientes al Centro Oceanográfico de Baleares, que han realizado un estudio sobre nuevos desarrollos tecnológicos y medidas de gestión innovadoras mejoran la eficiencia ecológica de la pesca de arrastre, sobre el cual han publicado un artículo titulado IMPROVING THE ECOLOGICAL EFFICIENCY OF THE BOTTOM TRAWL FISHERY IN THE WESTERN MEDITERRANEAN: IT’S ABOUT TIME!, en la revista Marine Policiy el pasado julio.
En este estudio del IEO se probaron puertas más pequeñas e hidrodinámicas que evitan el contacto con el fondo, malletas más cortas y redes de mayor luz de malla en la parte anterior así como de morfología cuadrada, encontrado resultados positivos para la protección del ecosistema gracias a un menor contacto con el fondo y una mayor selectividad del arte.